Creí que confiabas en mí y también creí que me querías. Ya no se nada. Dudo hasta de que pasa conmigo. Hace unos días creí que te tenía y hoy siento que no. Quizás, de tanto necesitarte, me obligo a creer en algo que no puede ser, que no será y no llegó a ser. Me pregunto si debería de llorar, pedirte que no te vayas, que no me dejes o simplemente dejarte las cosas a tu voluntad.