Sí, un día nuevo y dos opciones: perseguir mi objetivo o dejarla de lado. Hoy me convencí por la segunda, pero es obvio, voy a seguir con esta a lo largo del día pero mañana voy a buscar una forma de deshacerme de todo lo que hice. Suena fácil decir que si se quiere se puede, que no todo está perdido, pero yo se como termina.
Suena infame, pero no creo que definitivamente se haya desvanecido el objetivo, el ideal. Aun la sensación está, y no voy a obligarme a creer que estoy bien y ya puedo seguir sola.
Existen muchas más posibilidades de caer otra vez que de recuperarme. No es pesimismo; estoy siendo realista. Sé que es así. Y digo con orgullo que lo acepto.Soy una sobreviviente, pero corro el riesgo de volver a abandonarme. Trato de creer en esta realidad nueva en la que vivo, y dejar la otra detrás. La voluntad es más fuerte, a veces creo que eso es lo correcto. A veces, la mayoría de las veces, corro a abrazar todo aquello que hice, que me hizo ser este monstruo. Nunca dejaré de serlo, estará impregnado en mi sombra, me veré en la oscuridad y lo recordaré cada vez que llore, que me derrumbe, que sienta que no puedo seguir.
Porque no es fácil ni de poner en práctica, ni de entender. Nunca fue fácil. Es una decisión importante. Y decidir es lo que más me cuesta. Intento enfrentarlo, tengo que elegir, pensar, reflexionar y volver a la vida.
Tengo que terminar de rescatarme. Sé que nunca volveré a ser la misma que al principio.