De a poco empecé a interesarme más por mi aspecto físico. Mis compañeras , aunque no eran bellezas impresionantes, tenían cuerpos suficientemente desarrollados para ser nenas de trece años. Seguía sintiéndome bastante mal: ahora mis viejos que me llevaban al nutricionista sin razón aparente.
En realidad, existían razónes, pero nadie me las había explicado. Creo que yo no entendía que estaba excedida de peso. Nunca les pasó estas con alguien muy hermoso, ver esa persona, escucharla hablar, seguir cada uno de sus fascinantes gestos, admirar su belleza y más tarde mirarse al espejo y darse cuenta de que uno es horrible y que estuvo creyéndose bello simplemente porque estaba mirando a alguien lindo que resultó no ser uno?Bueno, si nunca les pasó significa que estoy mal de la cabeza. Pero a mí me pasaba eso. Y como a mi alrededor todos eran flacos, yo simplemente me daba por supuesto que yo también lo era y me olvidaba de mirarme en el espejo, o veía otra cosa. De cualquier manera, mis papás me estaban llevando a consultar un nutricionista. Yo no entendía muy bien qué pasaba, por qué el médico que pesaba y me preguntaba qué me gustaba comer..
Cuando uno tiene trece años busca maneras insólitas de remendar situaciones que parecen terribles. Mi manera de llamar la atención fue dejar de comer. Cuando mis padres descubrieron mi propósito, me obligaron a sentarme a la mesa y a alimentarme.. Supongo que mis problemas alimentarios siempre tuvieron mucho que ver con lo que estaba pasando en mi cabeza. Porque seamos sinceros, una persona feliz no deja de comer durante equis cantidad de días. Una personal feliz y despreocupada, una persona "normal" (si es que existe eso) no cuenta cada caloría, simplemente come. Y en última instancia, si engorda, hace una dieta normal y tema acabado.