Estoy cansada, aunque más bien es un decir. Estoy un poco decepcionada y otro poco aburrida. Ya no me es tan placentero remar, y menos hacerlo sola. No voy a negar que me dejas el mundo de cabeza, que me llenas de dudas y de cosas que jamás sentí. Pero ahora siento esto, siento que por un tiempo preferiría parar. No es que me haya dado cuenta ahora, pero el hecho de que yo ame no quiere decir que vos no te puedas ir de mí, de hecho, de eso se trata. Se trata de haberte odiado y de haberte vuelto a querer, porque es así, es así y se dio, nada más. Porque me llenas en todos los espacios de mi vida, pero la misma me quedó vacía. Es mucho vos y poco yo. Sé bien que no te necesito en cuerpo para quererte, porque aprendí a quererte a los kilómetros, a los recuerdos y al tiempo. Pero ¿y si lo que ya no soporto son los mismos kilómetros, los recuerdos y el tiempo? Soy fuerte, pero en cierto sentido ahora me siento como una hoja en el viento. Siento que estoy en no sé dónde, y que lo único que tengo y/o puedo hacer es esperar que el viento me arrastre a vos otra vez, o que me aleje más. Eras lo que más quería, y todavia lo sos, pero si yo me muero por tenerte cerca y a vos lo que menos te interesa en el mundo es acortar distancias. Ya me quiero reír, quiero que el tiempo que pase valga la pena (porque estoy creyendo que todo éste tiempo va a valer la pena, pero ¿y si no lo hace?). Te amo SÍ, pero no lo pensás. No te parás a entenderlo