A medida que el deseo de perfección avanza, va empeorando todo: el comportamiento, el estado físico, el estado emocional... 
Pensás que vales muy poco; directamente nada, no te querés ni te aceptás tal cual sos y crees que tampoco le gustás a los demás. 
No sabes cómo detener todo este proceso porque te sentís inmersamente atrapada en un túnel sin salida.
Son miles de secretos.
Entonces, llega un día en el que te preguntas:
¿En realidad es un secreto o no es más que una gran mentira?