
A veces me pongo ansiosa por saber qué será de mi vida. Y admiro a aquellas personas que ya lo tienen decidido: doctor, veterinario, abogado, contador, psicólogo, comunicador. Aunque por un lado, está bueno tener las líneas del horizonte borradas, te hace vivir las experiencias con más atención. Pero yo siento que mi futuro está escrito, y en un lugar de mi inconsiente lo sé. Está ahí, tapado por otras cosas, cosas que no me dejan ver mi destino. Pero hay pistas... escribir es uno de mis más recientes descubrimientos y es tanta la satisfacción y el placer que siento cuando lo hago que lo puedo comparar con tomar un fresco trago de agua en medio del desierto. ¿Seré escritora? Nadie lo sabe. Sólo sé que me hace bien. Dibujar y pintar es algo que hago desde que tengo memoria suficiente para recordarlo. ¿Estudiaré bellas artes? Nadie, absolutamente nadie lo sabe. Vivir el presente es algo importante, pero pensar en el futuro también. Hay que pensar siempre que, si hay un hoy... habrá un mañana.