Parece que llegó el otoño. El otoño, que estación inmunda, realmente. Personalmente me deprime muchísimo. Porque, a quién le gusta el otoño? En otoño se marchitan las flores, las horas de luz se acortan, vienen los días fríos. El otoño llega sigiloso. Casi sin avisar. Despacha al verano y nos deprime a todos. Porque el otoño es triste. El otoño es sinónimo de nostalgia. Y qué es la nostalgia? El sufrimiento de recordar algo que tuviste, ya no tenés ni vas a tener. La nostalgia es un viaje al pasado, a la niñez, al recuerdo de alguien que ya no está. En otoño los colores empiezan a morir, en otoño la vida se ve detrás de una ventana. En el otoño uno quisiera estar en otra parte. El otoño vuelve todo tan José Luis Perales. El otoño. Nos invade una angustia inexplicable. Estamos como peluqueros sin cepillo, perdidos. El otoño nos encierra dentro de nuestra casa. Y dentro de nuestro alma. El otoño es como el bucle, ni lacio ni rulo, es algo indefinido. Terminó el calor pero no llegó el frío. El otoño huele a amenaza, es una brisa fría que presagia dolores. El año termina cuando empieza el otoño, es época de balance, y lo primero que uno cuenta es el debe. El otoño nos pone en aprietos. Por algo dicen que la primavera es el nacimiento. El verano la vida. El otoño la agonía y el invierno.. es la muerte.